
El BOE de 6 de marzo publica la Orden INT/210/2025, que entrará en vigor el 1 de julio de 2025, y establece nuevas directrices para la formación de los conductores que buscan acceder al permiso de conducción de la clase A.
Esta normativa forma parte de la Estrategia de Seguridad Vial 2030, cuyo objetivo es mejorar la capacitación de los conductores, reduciendo la siniestralidad vial, especialmente entre los motoristas, un colectivo con altas tasas de mortalidad en accidentes.
La obtención del permiso de conducción de la clase A está regulada por la Orden INT/2323/2011, de 29 de julio, que establece a día de hoy la formación para el acceso progresivo a este permiso. Han pasado 13 años desde su entrada en vigor, (quedará derogada en el momento de la puesta en vigor de la nueva orden), por lo que era necesario actualizar su contenido e incorporar los cambios.
Las principales modificaciones incluyen:
- Duración y contenido del curso: El curso de formación, ahora obligatorio, tiene una duración mínima de 9 horas, combinando clases teóricas y prácticas. Se aumentan las horas de circulación en vías abiertas al tráfico y se reducen las de maniobras en circuito cerrado. Además, la teoría podrá ser impartida de forma presencial o virtual.
- Equipamiento obligatorio: Se exige el uso del airbag como parte esencial del equipo de protección para los motociclistas durante la formación, lo que busca reducir las lesiones graves en accidentes, especialmente en el tórax.
- Nuevas normativas de seguridad: Los cursos deben realizarse bajo estrictos controles de autenticación de los estudiantes y equipos de protección adecuados. Además, se establece un protocolo en caso de incidencias durante la formación, como condiciones climáticas adversas.
- Aumento de horas de circulación real: Se prioriza la práctica en carreteras reales, para fomentar una conducción preventiva y la capacidad de anticipación de riesgos.
El Ministerio del Interior ha establecido estas reformas como una respuesta a los elevados índices de accidentes mortales entre motoristas, buscando una formación más integral y adaptada a la nueva movilidad y las tecnologías actuales.
Con esta nueva normativa, se pretende fortalecer la seguridad vial y reducir los accidentes, contribuyendo a una conducción más consciente y preparada.