Para ir viendo la infinidad de posibilidades que tienen los simuladores de conducción para impartir una formación de calidad os iré mostrando ejemplos de casos de éxito.

En Zamora, la policí­a local ha adquirido a Arisoft, un simulador de motocicleta –Honda Riding Trainer– para su Escuela de Educación Vial. Los destinatarios de estos cursos se encuentran entre la población más joven (de 12 a 16 años) y tienen como fin prevenir la siniestralidad y la promoción de hábitos saludables en materia de Seguridad Vial.

Estos cursos, logran captar la atención de estos jóvenes, ya que como sabéis éstos se apasionan con todo lo relacionado con las nuevas tecnologí­as y para captar su atención no basta con impartirles una serie de charlas teóricas sino que hay que involucrarlos en la formación. Para lograr este objetivo, el Simulador de motocicleta y ciclomotor de Honda es el mejor aliado.

Cuando los chavales terminan estos cursos, salen convencidos de lo importante no es llegar el primero sino circular de manera segura.

En el simulador, se reproducen fielmente los peligros que pueden encontrarse cuando circulen y que afectan a los vehí­culos de dos ruedas como vehí­culos que abren la puerta de forma repentina, peatones que transitan con gran indecisión y otros muchos.

Creo que es una información interesante para abrir la mente a la introducción de estas herramientas en la autoescuela. No estoy para nada de acuerdo cuando se ven los simuladores sólo como un elemento de marketing, un mueble bonito y atractivo, creo que son mucho más que eso y os lo iré demostrando.